Ruta de los castillos

CASTILLO DE OLITE

La silueta esbelta y armoniosa de su castillo-palacio domina Olite, pequeña ciudad situada en el centro geográfico de Navarra, a 38 kilómetros al norte de nuestra Casa Rural y a 42 al sur de Pamplona. Sede real durante la Edad Media, los gruesos muros y torres almenadas del palacio alojaron a reyes y princesas.

El clima mediterráneo ha hecho también de Olite la capital del vino. Acérquese a sus bodegas y deguste sus caldos.

Visitar el castillo y sus alrededores, iglesias, calles, tascas, rincones, fachadas con sus escudos blasonados… nos llevan a un pasado medieval.

Déjese guiar y todo el conjunto le trasladará a una época de torneos, reyes y princesas, magos y juglares, nobles y doncellas, halconeros y arqueros, que vuelven a la ciudad cada mes de agosto para celebrar las Fiestas Medievales.

Una de las sedes de los Reyes de Navarra, es el castillo de carácter cortesano y militar, construido a partir del reinado de Carlos III, El Noble en el siglo XV, y utilizado como sede de la Corte de Navarra; se alza sobre el palacio viejo, convertido en la actualidad en Parador de Turismo.

SOS DEL REY CATOLICO

Se encuentra a 80 kms. de nuestra Casa Rural. Es obligada su visita.

Municipio de 800 habitantes, bello donde los haya y desde 1968 declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.

En una elevación de la Sierra de la Peña se yergue la Villa de Sos del Rey Católico, cabeza de la comarca de las Altas Cinco Villas.

Erigida sobre un cerro del que salen dos promontorios naturales, en los que se ubican el Castillo y el palacio de Sada, conserva sus características de atalaya fronteriza entre los reinos de Navarra y Aragón.

Sus casas de piedra, aleros, portadas con dovelas y escudos, ventanas góticas y renancentistas, y sus estrechas calles de antiguo empedrado son elementos que se funden para crear un armonioso monumento.

Casi todas entradas de la Villa conservan las antiguas puertas de la muralla. La principal es la llamada puerta de Zaragoza, donde se inicia la calle principal de la Villa, llamada Fernando el Católico, que sigue la cumbrera natural, y a la que se unen las calles secundarias, en descenso hacia las antiguas puertas.

Ya en el interior, paseando por la calle Fernando el Católico, podemos admirar casas de piedra de sillería y mampostería, casas y palacios blasonados de los siglos XV y XVI, y sus características calles adoquinadas.

La intensa historia de Sos, nos ha dejado como legado uno de los conjuntos monumentales aragoneses más bellos y representativos.

Es obligado aprovechar la oportunidad que ofrece la carretera que la circunvala por completo, para admirar la totalidad de la muralla, y las puertas con sus arcos, que dan una nota pintoresca a las siete entradas con que cuenta el conjunto medieval.

Más información en www.sosdelreycatolico.com

UNCASTILLO

Muy cerca de Sos del Rey Católico, otra villa monumental: una joya medieval, de origen militar.

El primer contacto con Uncastillo raramente decepciona. Poco importa que lleguemos a él desde las accidentadas carreteras del norte, o que lo hagamos desde las llaneras vías del sur, la sensación es siempre la misma: esta villa es demasiado bella, demasiado auténtica como para pasar desapercibida.

Desde aquí el visitante podrá descubrir todos los tesoros de Uncastillo: su imponente fortaleza, sus seis iglesias románicas, sus casas señoriales del S. XVI, su barrio judío y su yacimiento romano. De forma que venir a conocer este pueblo debe ser cita obligada en tus planes.

La historia de Uncastillo no dista demasiado de la de otros tantos burgos castellanos. Allí hubo pugnas -primero contra musulmanes, luego contra los vecinos navarros-, paz y después gloria, mucha gloria. Esta llegó en el siglo XII y sembró de arte románico este cruce de caminos en el que los ríos Riguel y Cadenas se dan la mano.

El bondadoso paso del tiempo se encargó del resto y propició que Uncastillo, a día de hoy, luzca callejas, palacios y templos -hasta seis- con el mismo esplendor que en la Edad Media.

Más que un conjunto de monumentos, la ciudad es un monumento en sí mismo en el que los rincones con solera, las ventanas geminadas y la misteriosa iconografía románica son la norma. Sirva de ejemplo el pórtico de la iglesia de Santa María la Mayor, templo madre y estandarte de uno de los mayores tesoros del pueblo.

Más información en www.uncastillo.es

CASTILLO DE JAVIER

El castillo de Javier se alza sobre una roca en las proximidades de la localidad del mismo nombre, provincia de Navarra, limitando con la de Zaragoza.

Este castillo fue construido en el siglo X, reformado en los siglos XII y XIII, alrededor del año 1300, y posteriormente en el siglo XV. En el año 1516 fue parcialmente destruido por orden del Cardenal Cisneros, a causa de las continuas revueltas que se sucedieron.

En el año 1223 pertenecía al rey de Aragón y en 1236 pasó a manos del rey de Navarra. En el siglo XVI fue propiedad del padre de San Francisco Javier y en este castillo nació el propio San Francisco Javier, cofundador, junto con San Ignacio de Loyola, de la Compañía de Jesús.

Javier es una zona muy frecuentada pues se encuentra muy cerca de la Ruta Jacobea. La tradición de hospedar a los peregrinos se remonta siglos atrás, ya que los señores del castillo albergaban a los transeúntes del Camino de Santiago. Actualmente, en el mes de marzo, se celebran las llamadas ” javieradas “, que son peregrinaciones que se hacen hasta esta localidad navarra. Aquí vienen personas de todas las edades y de cualquier parte de la geografía, por caminos y senderos que proliferan de forma notable en esta zona peninsular.

El de Javier es uno de los pocos castillos que conservan tan completas sus defensas y todas las estructuras que lo componen, como sus troneras y sus saeteras. Se accede a él por un puente levadizo, desde el que se pasa a un patio defendido por la torre del Cristo y se entra en el castillo por una puerta defendida por matacanes. La parte delantera es de forma irregular. En la parte trasera se encuentra la bodega y el granero. La parte nueva era la residencia de los señores.

En un ángulo del interior del castillo hay una basílica. Esta iglesia es de estilo neorrománico y se construyó con la misma piedra que se utilizó para el castillo. El castillo de Javier es un entramado arquitectónico construido en piedra perfectamente labrada, colocada y unida para dar una sensación de estructura férrea y compacta. Se encuentra en buen estado de conservación.

En el año 1901 fue restaurado por los duques de Villahermoso, y convertido en la casa-museo de San Francisco Javier. Se puede ver la habitación del Santo propiedad de la Compañía de Jesús y se destina a uso turístico.

Puede visitarse todos los días. Más información en el teléfono 948 884 024. Fue declarado Bien de Interés Cultural por el Decreto Foral del 2 de febrero de 1994. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.