Tierra seca y requemada, pero acogedora y enamoradiza, donde podrá recorrer asombrosos barrancos, cabezos y cortados con cambiantes atardeceres, y multitud de bellos colores: ocres, grisáceos, rojizos , violáceos…
Muchos fotógrafos y escritores la han bautizado como “El desierto de las Bardenas”.
El cereal de secano, las plantas aromáticas, los barrancos, los cabezos con formas lunáticas causadas por la erosión… el pastoreo, las cañadas reales, los corrales de los ganaderos…. siguen vivos. El amante de la naturaleza, el senderismo o la bicicleta nunca se olvidarán de sus paseos en esta zona, árida donde las haya, pero que invade nuestros sentidos.
Pero es mejor que unas imágenes definan lo que son las Bardenas Reales, en este caso imágenes procedentes del álbum flickr: Bardenas, fotografía nocturna del fotógrafo pamplonés Martín Zalba Ibáñez.